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viernes, 3 de agosto de 2012

UNIVERSIDAD TECNICA DE "BABAHOYO"

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA EDUCACION

INFORMATICA EDUCATIVA


MODULO DE:

Elaboracion y diseño de materiales didactico digitales

AUTOR


 Isidro España Cerezo

TUTORA

Lcda. Katty Cabrera Flores


PERIODO LECTIVO: 2012-2013

LUGARES TURISTICOS

 

-- Lugares turìsticos

 

Vinces de Ayer

Vinces de hoy

VINCES EN LA ACTUALIDAD


San Lorenzo de Vinces es cabecera cantonal del cantón Vinces. Es uno de los cantones más antiguos de la provincia de Los Ríos, en el Ecuador con un estimado de 72.000 habitantes, el 61% de su población reside en el área rural, se caracteriza por ser una población de jóvenes, ya que alrededor del 44% de la población son menores de 20 años. En la cabecera cantonal Vinces residen alrededor de 25.000 habitantes. Se encuentra en la costa ecuatoriana, aproximadamente a 100 km al norte de la ciudad de Guayaquil.

El cantón Vinces fue formado el año de 1845 con la parroquia Vinces y Palenque, por el Gobierno Provisorio de aquella época y confirmado por la Convención Nacional reunida en Cuenca en el mismo año. Constituido en cantón, Vinces pasó a formar parte de la antigua provincia del Guayas, para posteriormente en 1860 con la creación de la provincia de Los Ríos pasar a formar parte de esta.


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vinces antiguo




San Lorenzo de Vinces es cabecera cantonal del cantón Vinces . Es uno de los cantones más antiguos de la Provincia de Los Ríos, en el Ecuador con un estimado de 65.000 habitantes, el 61% de su población reside en el área rural, se caracteriza por ser una población de jóvenes, ya que alrededor del 44% de la población son menores de 20 años. En la cabecera cantonal Vinces residen alrededor de 25.000 habitantes. Se encuentra en la costa ecuatoriana, aproximadamente a 100 km al norte de la ciudad de Guayaquil.
El Cantón Vinces fue formado el año de 1845 con la parroquia Vinces y Palenque, por el Gobierno Provisorio de aquella época y confirmado por la Convención Nacional reunida en Cuenca en el mismo año. Constituido en cantón, Vinces pasó a formar parte de la antigua Provincia del Guayas, para posteriormente en 1860 con la creación de la Provincia de Los Ríos pasar a formar parte de esta.
Este hermoso girón de nuestra amada Patria, en el cual vieron la luz primera hombres de la talla moral de los doctores Lorenzo Rufo Peña, Manuel de Calisto, Nicolás Rendón, Primitivo Yela, General Delfín B. Triviño, Coronel Nicolás Infante y muchos otros patriotas y hombre de ciencia que constituyen un verdadero timbre de orgullo para el país.
El pueblo vinceño, pueblo culto y amante del trabajo como pocos, vive, en su mayor parte, dedicado a las faenas agrícolas, en el cultivo y explotación de sus inmensas y riquísimas montañas, pero germinando en su venas sangre de patriotas y sangre de héroes que saben, cuando llega el momento de prueba, sacrificarlo todo por su amor a la democracia y la libertad, el pueblo vinceño no ha escatimado nunca su sangre cuando se ha tratado de sostener o defender las nobles causas de la libertad y la justicia.video
Vinces, Los Ríos.- Competencia de botes a motor fuera de borda
Vinces cuenta con uno de los humedales más extensos del país, como es el Humedal de Abras de Mantequilla), situado a 10 Km. de la población, con una extensión de 22.500 has. que sirve de hábitat a más de 120 especies en peligro de extinción. Hermosas playas de agua dulce, rica gastronomía nacional, artesanías, bellezas naturales, y mucho más.
En la época invernal Vinces se caracteriza por los deportes acuáticos donde se destaca la regata de trascendencia internacional, la famosa competencia de botes a motor fuera de borda Guayaquil – Vinces www.vincesnautico.com.
 

 

Historia de la Ciudad de Vinces
Vinces en la era precolonial, estaba habitada por las tribus de los Babas y los Palenquis hasta los años de 1534 a 1537 en que fueron subyugados por los españoles después de ofrecerles la más porfiada resistencia.
Como a un legua al sur de Vinces había a mediados de la centuria décima octava un pueblo llamado San Lorenzo, perteneciente a la antigua Tenencia de Baba, y un villorio, San Javier, anexo al anterior. Residia en este villorrio un sacerdote, Isidoro de apellido Veinza o Vinces, el cual, como dueño de la hacienda dicha Balzar de Vinces abrío una buena zanja, por donde corre hoy el río de tal apellido, con el objeto al parecer de conservar un abrevadero para sus ganados. La zanja, lo flexible y llano del zuelo, y las crecientes de aguas, hicieron dentro de poco variar el curso del río, y formar el nuevo actual; modo que a esta causa dejó en seco a Baba, que antes se bañaba con el de su nombre. Por lo dicho o por el gravísimo incendio que padeció San Lorenzo en 1764, ello es que sus moradores se trasladaron al lugar que ahora ocupa Vinces, y el pueblo tomó por nombre el apellido de aquel sacerdote.
En los libros parroquiales de Vinces se encuentra el año de 1783 la primera partida de bautismo verificada en la parroquia del nuevo "San Lorenzo de Vinces", y cuya partida corresponde a la señora doña Luisa Morante, madre de Dn. Vicente Coello y de doña Jesús Coello de Mendoza, troncos de numerosas familias vinceñas. Para entonces la ya parroquia San Lorenzo de Vinces, pertenecía al Cantón Baba.
Vinces y su legado francés
En el siglo XIX e inicios del siglo XX los viajes que por estudio o placer realizaban las elites a Europa y especialmente a Francia permitieron un contacto directo con lecturas y costumbres de este país reflejándose en la moda, las maneras, las formas de hablar, las ocupaciones, la arquitectura, las artes plásticas y la culinaria. Las casas reflejaron todo el lujo y abundancia de sus adquisiciones, traídas directamente de Francia, ya sea en sus viajes o a través de pedidos especiales. Las vajillas, adornos, lámparas, muebles, espejos, etc. hablan por sí solos de la especial atracción por el modelo francés. En las mujeres, el uso de corsets, sombreros, estolas y el cabello corto eran comunes; los hombres vestían trajes, camisas francesas, corbatas, botines, sombreros, bastones, usaban un peinado especial en las patillas y bigotes pues estaba claro que la preocupación por la apariencia y elegancia era bien vista.
Los nombres de los diversos sitios de diversión, hoteles, almacenes o locales de servicio no escapaban a la "moda francesa" en el Ecuador; los almacenes como "Le Chic Parisien o el " Bazaar Verdú" importaban todo tipo de artículos, los vinos franceses, por ejemplo, no podían faltar. De igual manera los galicismos surgían en cualquier conversación, "atelier", "démodé", "secrétaire", etc. ya no necesitaban de traducción. Y que decir de la arquitectura, muchas de las construcciones de la época se hicieron bajo la influencia francesa; los modelos eran reproducidos con exactitud e incluso con los mismos materiales, pues los importaban desde París. La muestra palpable de este hecho la constituye Vinces, población que en la "época de oro" del cacao reunía a las haciendas más importantes y que por su arquitectura fue denominada "París Chiquito".1
Vinces y la Revolución Liberal
La erección de este cantón data de 1845. Formó parte integrante, en un principio de la Provincia de Guayaquil; pero creada la provincia de Los Ríos se la incorporó a ésta. Primeramente se compuso de la parroquías de Vinces, Baba, Pimocha, Juana de Oro y Palenque; después sólo tuvo dos (Vinces y Palenque), hasta 1869 en que se le adjuntó Quevedo, por Decreto Ejecutivo.
Vinces siguió la suerte de Guayaquil, cuando tan invicta ciudad proclamó su independencia de España; uno de sus hijos, don José de Bustamante y Zeballos, rico propietario, contribuyó con la suma de 2.850 pesos, para los primeros gastos de la Junta de Gobierno inaugurada en el glorioso nueve de octubre,
En 1827 se adhirió a la insurrección de Guayaquil, contra la adopción del Código Bolivariano que dizque pretendia el Libertador en la Gran Colombia; y el general Juan José Flores, jefe del Departamento del Sur, hubo de ocuparlo entonces con sus tropas.
En 1895 los vinceños se unieron a los patriotas del Guayas, para reivindicar la honra nacional, ultrajada con el alquiler de la bandera; y, en 1906, para derrocar al Gobierno encabezado por don Lizardo García. Liderada por el general Eloy Alfaro. El Estallido Revolucionario respondiendo al llamado del líder radical se iniciaba el 12 de febrero en Milagro con el levantamiento armado de Pedro Montero y Enrique Valdez Concha, cuya montonera atacó el ferrocarril de la costa y se dirigió en él hacia el interior de la costa y el 17 se producen choques armados en Vinces proclamándose la Jefatura Suprema de Alfaro, mientras las montoneras se multiplicaban en toda la cuenca del Guayas y en Manabí. El 20, los conservadores insurreccionaban a la guarnición de Ibarra y proclamaban la Jefatura Suprema de Camilo Ponce, iniciando con ello la lucha en la sierra norte y ya para el 5 de mayo se proclamaba a Eloy Alfaro como Jefe Supremo de la República y se adhería Vinces al pronunciamiento con el Coronel Treviño.
Ilustres Hijos de Vinces
Dr. Lorenzo Rufo Peña. Diplomático, Poeta y Escritor,
El Dr. Lorenzo Rufo Peña nació el 27 agosto de 1849 en Vinces, entonces perteneciente a la antigua provincia de Guayaquil. Era uno de los doce hijos habidos del matrimonio de D. José Gabriel Peña con doña Gregoria León Olvera de Peña; a la mayor Carolina le seguían: María Jacinta, José Gabriel, Manuel de Jesús, Jesús, Mercedes, Juan Francisco, Rosario, Gregoria, Ana Carolina y Cristina..
Sus estudios primarios y secundarios los inició en Guayaquil y los culminó en Quito, graduándose de Bachiller en el Colegio de la "Unión". Los superiores los realizó en Guayaquil estudiando Jurisprudencia en el Colegio Nacional, título que fue revalidado el 7 de enero de 1873.
Fue miembro de la Academia Ecuatoriana, correspondiente a la Lengua Española al igual que otras ilustres instituciones americanas y europeas.
El Dr. Peña Se desempeño como Catedrático de Derecho Romano, Español y Canónico, en 1876 fue Subdirector de Estudios del Guayas y luego ascendido a Secretario de la Gobernación del Guayas. En 1878 fue Diputado por Los Ríos en la Convención Nacional reunida en Ambato, y a su regreso a Guayaquil fue Decano de la Facultad de Jurisprudencia.
En 1882 fue desterrado y viajó a Europa; en 1883, fue electo profesor de Derecho Civil y nuevamente Decano de la Facultad de Jurisprudencia. En 1884 fue Vicerrector de la Corporación Universitaria; ese mismo año durante el gobierno de Caamaño fue enviado al exilio en Lima por su vinculación con el grupo de Carbo.
El 6 de marzo de 1885 contrajo matri-monio en Lima con Victoria Margarita Bravo León (H.d. Celso Bravo y Margarita León), de origen peruano, con quien tuvo seis hijas: Rosa María Cristina, María Rosa Susana Victoria, Mercedes, María Lorenza, Teolinda y Francisca. Fue miembro de la Sociedad Liberal Republicana.
El Dr. Peña fue Senador en 1890 y 1892, y luego nombrado nuevamente Vicerrector de la Junta Universitaria.
Cuando el Ecuador, cumpliendo con un deber de gratitud, le erigió una estatua a Sucre en una de las plazas más bellas de Quito, el doctor Peña, con su arrebatadora elocuencia, dijo: "Gran pueblo el que sabe rendir tributo de admiración patriótica a los hombres superiores que lo han ilustrado con hechos culminantes o virtudes eximias!" (Clero, 1892).
En 1893 fue Comisionado de la Junta Cívica ante el Perú, y luego en 1894, Ministro Plenipotenciario ante el Gobierno de Bolivia. Falleció prematuramente a los 49 años de edad, un 21 de noviembre de 1898 frente a las costas del puerto de Salaverry, ubicado a 14 km al sur de Trujillo en Perú, a causa de la fiebre amarilla a bordo del buque "Santiago" de bandera inglesa. Sus restos reposan en el bloque 379, mausoleo 3 del Cementerio General de Guayaquil, ingresando por la puerta 3.
En 1901 se editaron en París un tomo de Poesías, cuarentaisiete en total, del Dr. Lorenzo Rufo Peña, con un prólogo por Filemón Buitrago y un artículo biográfico por el Dr. César Borja Lavayen.
El 6 de marzo de 1911 Vinces su tierra natal inauguró el parque central que lleva su nombre y en 1912 su hermano D. José Gabriel Peña donó el hermoso busto elaborado en Italia ubicado en dicho parque. Además se le rinde homenaje con el plantel pionero de la educación del cantón Vinces, la Escuela Fiscal de Niños #62 "Dr. Lorenzo Rufo Peña".
• Ilustres Hijos de Vinces (Recopilación Biográfica): Dr. Lorenzo Rufo Peña. Autor: Xavier Yela Villamar. Publicado por Semanario La Crónica, 2010.
Dr. Primitivo Yela Montalván
Dr. Primitivo Yela Montalván. Jurisconsulto, Senador, Diputado, Hombre de Letras, Profesor y Periodista
"Talentoso jurisconsulto quien con una tenacidad propia de su gran carácter, laboró constantemente en las Cámaras Legislativas en favor de Vinces. A su labor inteligente, ya para el año 1924 se le debía los impuestos para la construcción de la Casa Municipal, el Colegio de Niñas, los grifos contra incendios, el alumbrado eléctrico y la canalización" (Navas, 1924).
El Dr. Primitivo Yela Montalván nació el 27 de noviembre de 1878, en Vinces, Los Ríos. Era el primogénito de los ocho hermanos habidos del matrimonio de D. Juan Bautista Yela Muñoz, extranjero que llegó a Vinces a mediados del siglo XIX y Doña Carmen Montalván Morante de Yela casados en 1876; al Dr. Yela le seguían: María, Arsenio, Leónidas, Juan Bautista, Mariana, Ciro, y Justina.
El Dr. Yela realizó sus estudios en Guayaquil en el colegio que regentara D.Tomás Martínez. Se matriculó después en la universidad de la misma ciudad y luego se traslada a Quito, ingresando a la Universidad Central del Ecuador en 1900.
Muy joven, ganó una plaza de catedrático en el Colegio Mejía, en donde fue pionero de la enseñanza de Sicología. Desde 1902 fue miembro de la Sociedad "Jurídico Literaria". En 1906 obtiene el Grado de Doctor en Jurisprudencia en la Universidad Central del Ecuador. Fue miembro del Directorio Permanente de la Junta Liberal de Pichincha.
En el Ecuador el régimen progresista era uno de los más represivos y corruptos de nuestra historia, caracterizado por el permanente estado de sitio y las turbias negociaciones de la deuda externa y de la construcción de ferrocarriles. Triunfante Alfaro entra por segunda vez a la capital en enero de 1906 para ejercer un nuevo período de gobierno. El mismo año convoca a la Asamblea Constituyente en la que el Dr. Primitivo Yela Montalván fue miembro, como Diputado de la Provincia de Los Ríos, aprobando La Constitución de 1906. En ella se contempla la separación completa de la Iglesia y el Estado, el laicismo en la enseñanza oficial, el equilibrio entre los tres poderes, las garantías individuales y políticas y el Gral. Eloy Alfaro es a su vez elegido Presidente de la República para el período 1907 a 1911. Durante su período como Asambleísta colabora para que la Asamblea apruebe definitivamente el Decreto de 1906 que imponía la Contribución para la obra de la casa municipal de Vinces.
Contrajo matrimonio en Quito con Dña. Mercedes Amelia De La Rosa.
En su Diputación comprendida de 1908 a 1912 logra que El Congreso de la República —el 23 de septiembre de 1909— decrete una prorroga por dos años del decreto de 1906 que imponía la Contribución para la obra de la casa municipal de Vinces. Presenta además importantes proyectos de interés nacional y seccional. Valdría la pena citar entre los primeros, el de divorcio y el de emancipación económica de la mujer casada. Durante el gobierno de Alfaro, el Congreso en Pleno en sesión del 5 de noviembre de 1909 declaró al Dr. Primitivo Yela Montalván legalmente electo como Consejero de Estado.
Como Senador durante el período de 1916 a 1920, logra en 1919 conseguir reformar el Decreto Legislativo de 1899 para que El Concejo Municipal de Vinces haga la recaudación de los fondos y tenga la administración y régimen para un Hospital en la cabecera del cantón Vinces.
En su diputación comprendida de 1920 a 1922, siendo profesor del Mejía, coopera decididamente para que se dictara un Decreto Legislativo —promulgado el 27 de octubre de 1920— por el que se asignaba fondos para la construcción de un nuevo edificio, en el que pudiera funcionar el plantel con la holgura y para la provisión de materiales de enseñanza, indispensables para convertirla en algo que fuera de utilidad práctica para el alumnado, acostumbrado hasta ese entonces a recibir una instrucción esencialmente dialéctica (registro oficial No. 46). En 1921 —decreto del 14 de septiembre— logra se faculte al Municipio del cantón Vinces para contratar un empréstito, hasta por la suma de sesenta mil sucres, para la adquisición en propiedad, de la planta de luz y fuerza eléctrica, y para la renovación de los motores de los grifos contra incendio (registro Oficial No. 301).
En 1922 siendo aún Diputado de la República ingresa a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central en calidad de profesor de la Cátedra de Ciencia de Hacienda.
Como Diputado por la Provincia de Los Ríos durante el período de 1922 a 1924, logra que se destine rentas al sostenimiento de la luz eléctrica y canalización de la cabecera del cantón Vinces. El 27 de octubre de 1923 consigue que se faculte a la Municipalidad de Vinces, para que done, pura y simplemente a la Sociedad Obrera de beneficencia "Luz y Progreso" el solar en la que la mencionada sociedad estaba en ese entonces construyendo su edificio".
En este tiempo el Dr. Yela seguía desempeñando la Cátedra de Filosofía y Literatura en el Colegio "Mejía, donde fue Vicerrector en 1909 hasta 1912 (fue Rector Encargado en 1911). En abril de 1926 , como profesor de enseñanza secundaria, se jubila con la pensión mensual de 200 sucres.
En octubre de 1926 nace La Sociedad Bolivariana del Ecuador organizada para conservar y propagar el culto a la memoria del Libertador Simón Bolívar, seno netamente patriótico y progresista, formado por representantes genuinos de todas las clases sociales en donde el Dr. Primitivo Yela Montalván era Socio activo.
. Luego, durante casi dos lustros desempeñó la Judicatura de Letras —equivalente al actual Juez del Crímen— de la provincia del Pichincha.
En abril de 1938 la distinguida dama quiteña Doña Hipatía Cárdenas de Bustamante, lo invitó a opinar dentro de las personalidades ecuatorianas sobre: "¿Qué debe hacer el Ecuador para liberarse de las dictaduras?" .
El Dr. Yela se destacó además como historiógrafo y periodista. Su lenguaje era pulcro, su estilo enérgico, sus pensamientos nobles y convincente su dialéctica. He aquí un fragmento sobre uno de sus múltiples escrito: "...La revolución, palabra sagrada, supremo derecho de la soberanía, cruzó los ámbitos de la República, la vimos, la sentimos, y el progreso fue ¡Ah, cuán doloroso es para la humanidad este progreso! Siempre se ha cumplido revolucionariamente: sus heraldos, han sido el hierro y el fuego; la sangre del hombre su bautismo".
Escribía bajo el pseudónimo de Ayac. para "El Porvenir" de Quito. Publicó en 1908 el Semanario "El Impulso" en Riobamba junto a Alberto Peña.
El Dr. Primitivo Yela Montalván muere en Quito un 12 de marzo de 1948 a la edad de 69 años. Sus restos reposan en la Mz. 21 Solar 12 del Cementerio de San Diego en Quito.
En el año de 1948 el Consejo Cantonal de Vinces informa que la Subdirección de Educación ha notificado que se creará un colegio en Vinces y en 1949 Don Simón Ubilla, presidente del Consejo, manifestó que el asunto ya era una realidad y pidió que se le ponga nombre; por unanimidad se resolvió ponerle "Dr. Primitivo Yela Montalván", sin embargo el Consejo de 1951 dictó una ordenanza dando el nombre de "Diez de Agosto".
"El Dr. Primitivo Yela Montalván fue un distinguido abogado y considerado un notable intelectual de la época, por sus vastos conocimientos, su ilustración, su patriotismo y su talento, fue un jurisconsulto que honró a su Patria y a su pueblo natal".
• Ilustres Hijos de Vinces (Recopilación Biográfica): Dr. Primitivo Yela Montalván. Autor: Xavier Yela Villamar. Publicado por Semanario La Crónica, 2010.
• Junta Liberal de Pichincha, 1918-1919. Escrito por Junta Liberal de Pichincha. Publicado por Impr. de "El Diario Social,", 1919
• El Mejía y la educación laica en el Ecuador: hombres, hechos, ideas. Escrito por Edwing Guerrero B. Publicado por Editora Eugenio Espejo, 1982
• Historia de la Sociedad bolivariana del Ecuador. Escrito por Alfonso Mora Bowen. Publicado por Tip. I. I. Fernández, 1935
• Anales de la Universidad central del Ecuador. Escrito por Universidad Central del Ecuador. Publicado por Imp. de la Universidad central., 1906.
Sr. José María Gómez Carbo
Es otro vinceño célebre que vino al mundo a mediados del siglo XIX, sus estudios los realizó en Quito y Guayaquil.
Archivo:Jose Gomez Carbo.jpg
Dn. José Gómez Carbo. Periodista, literato, y crítico
Fue un talento múltiple y fecundo que ensayó sus dotes en diversos campos de actividad intelectual. Espigó dentro del campo de la Literatura y la crítica; profundizó en cuestiones económicas nacionales, con tal conocimiento y acierto, que sus juicios aún suelen ser citados.
Entre los destinos públicos que desempeñó, debemos resaltar que fue Cónsul del Ecuador en Havre (Francia), Senador y secretario de la Convención que se reunió en Ambato en 1878.
Dn. José Gómez Carbo, fue un vinceño de prestigio, de obra periodística objetiva y valiosa, como literato son muy aplaudidas sus producciones con las que hizo famoso a su seudónimo de JECE. Escribió sobre diferentes materias; ensayó en la novela regional, "Por entre riscos"; "De la Renta Eclesiástica" en 1885; Asuntos Financieros en 1890 además escribió sobre filología. El 6 de octubre de 1896 Guayaquil amaneció envuelto en llamas desaparecieron muchas y muy ricas bibliotecas privadas, entre las que estaba la de Dn. José Gómez Carbo.
Dn. José Gómez Carbo resumió las condiciones del Ecuador de fines del siglo XIX: "... la agricultura no pasa todavía del estado embrionario bajo el aspecto técnico y bajo el industrial, y los productos que da apenas bastan para el consumo interior y en muchas partes son insuficientes...las industrias agrícola y fabril están también en decadencia y amenazadas de desaparecer...nos falta espíritu de empresa...la administración pública es una especie de sifón que absorbe mucho jugo de la nación no sólo en forma de impuesto, no sólo para fomentar la ociosidad con el gran tren de empleados y por la falta de disciplina militar...por la inmoralidad que cunde en todo orden de empleados y funcionarios, por la corrupción que traen los negocios fiscales...el crédito es escaso, el interés alto, el cambio es elevado...tenemos impuestos antitécnicos...improvisamos reformas..."
"...la administración de la Hacienda pública es desordenada, perjudicial e impura...los fondos públicos pueden desaparecer fácilmente...al contrabando sólo le falta ser reconocido por la ley...el presupuesto está mal distribuido, los servicios improductivos son los mejor atendidos...no tenemos industrias nuevas...la acumulación de capital es difícil, lenta y llena de tropiezos la producción de riquezas...la falta de vías de comunicación es una de las causas del estancamiento...la administración de justicia por ser morosa, dispendiosa y sujeta á procedimientos en que la triquiñuelería y la inmoralidad pueden campar..."
Tan eximio compatriota falleció en Quito. Vinces le rinde tributo con el nombre de una de sus calles y el Cantón Palenque con la Escuela "José Gómez Carbo"en el Caserio "La Luz".
Sr. Coronel Nicolás Infante Díaz
Ilustre vinceño, héroe y mártir del liberalismo ecuatoriano,
Archivo:Nicolas Infante.jpg






Crnl. Nicolás Infante. Héroe y mártir del liberalismo ecuatoriano
nació en la parroquia Palenque (hoy Cantón) el 4 de septiembre de 1847, fueron sus padres Dn. Nicolás Infante Bustamante y María de la Trinidad Díaz, murió fusilado en esta misma localidad, vil y cobardemente por el gobierno ultramontano el 1 de enero de 1885.
Desde su edad escolar demostró mucho interés por los derechos del hombre y la historia de la Revolución Francesa conviertiéndose en un rebelde y liberal. A sus 22 años apoyó a Veintimilla hasta el final. Hecho prisionero, logró salvar su vida gracias a que su madre pagó la fianza y lo envió a estudiar a Europa, recorriendo varios países antes de retornar a Ecuador en 1872. A su retorno siguió frecuentando los grupos de gente liberal. En 1873 estuvo entre los fundadores del periódico La Nueva Era, que por su trabajo combativo originó persecuciones y destierros para varios de sus miembros, como Miguel Valverde, Federico Proaño y algunos otros coidearios.
El ejército del poder el Dr. Antonio Borrero, luego del asesinato de García Moreno en 1875, aparecieron algunas desavenencias con el mandatario, quien se mostró inconsecuente con los planteamientos de la gente liberal a quienes admiraba por su quehacer. Liberales y grupos populares exigían la derogatoria de la constitución garciana de 1869 (La Carta Negra). La actitud de Borrero ocasionó que Infante acaudillara un golpe de Estado gestado en esta ciudad en 1876 y fuera proclamado Jefe Supremo del Partido Liberal o Jefe del partido de Acción (Mayo de 1876). Mas ocurrió que los planes no dieron resultado y el jefe revolucionario salió deportado finalmente al callao.
Lucha contra Veintimilla y Camaño , porque en lugar de encauzar al país por senderos de rectitud y democracia, únicamente se ocupaba de su persona, cometiendo excesos de toda índole. En 1884 Nicolás Infante congregó en el predio llamado Victoria, propiedad de los esposos Eduardo Hidalgo Arbeláez y María Gamarra, a un importante número de figuras identificadas con el liberalismo, como lo eran Emilio Estrada, Marcos Alfaro, Crispín Cerezo, José Monteverde, Justo Infante, Francisco José Borja Lavayen y otros tantos valores con quienes efectuó el célebre Juramento Chapulo, destinado a inspirar y sostener la lucha por la libertad del Ecuador.
Sus últimas palabras "Hoy levantan el cadalso para exterminar conmigo el brote fecundo de la Libertad. No lo conseguirán. Quedan hombres altivos y valientes que no se acobardarán porque vean correr a los borbotones mi sangre, dentro de un momento. Teñirán en ella la enseña de rebelión y volarán al campo de batalla, a luchar por la conquista santa e la diosa Libertad, oprimida hoy por los verdugos de la Patria".
Testimonio de Emilio Estrada "... quedó solo, de pie, altivo, mártir representando la dignidad nacional pisoteada y destrozada por las autoridades constituidas. Seis u ocho disparos destrozaron su pecho; cayó del lado derecho creo que muerto ya; sin embargo un Sargento apoyando su rifle en las sienes del cadáver, disparó dos tiros más".
Crnel. Emiliano Figueroa
Crnl. Emiliano Figueroa. Primer Jefe del aguerrido Batallón "Vinces"
El Coronel alfarista Emiliano Figueroa, nace en Vinces en la provincia de Los Ríos, a fines del siglo XIX. Formó parte del grupo de los denominados "Caciques Costeños", entre los que se destacan líderes sociales montubios como Pedro Jorge Montero Maridueña, Manuel Antonio Franco y León Valles Francisco (Guayas), Manuel Serrano y Wenceslao Ugarte (El Oro), Carlos Concha Torres (Esmeraldas), Dionisio Andrade y José María García (Manabí), Plutarco Bowen(Los Ríos), que no sólo lucharon con las armas en la mano por la revolución Liberal de 1895 en nuestro país, sino que entregaron recursos económicos y organizaron a los peones de la región para esta causa.
Enrolado en el Ejército obtuvo sus ascensos luego de asistir a numerosas acciones de armas a fin de llevar al poder al Partido Liberal.
El General Eloy Alfaro tuvo siempre para Figueroa deferencias especiales.
Largas temporadas fue Primer Jefe del aguerrido Batallón "Vinces" que tan bizarra actuación tuvo en el combate de San Miguel de Chimbo en 1895.
Dr. Antonio Sánchez Granados
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Dr. Antonio Sánchez Granados. Maestro universitario, jurisconsulto y escritor
Un hombre que nació para jurista y maestro, en la tan querida Vinces – París chiquito– un 7 de enero de 1895. Allí en la provincia de Los Ríos, pasó su niñez y parte de su mocedad, luego estudió en los colegios San Luís Gonzaga, Mercantil, Cristóbal Colón y Vicente Rocafuerte, donde se graduó de bachiller con honores en febrero de 1916. Poco tiempo después fue nombrado profesor donde sentó cátedra por muchos lustros.
Ingresó a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, donde se graduó de abogado. Su tesis doctoral que fue publicada por la Revista Universitaria tuvo por título "Consideraciones sobre la hipoteca y el Derecho Hipotecario".
El maestro Sánchez Granados ocupó algunos cargos importantes tales como: maestro universitario, Concejal del cantón Guayaquil, Diputado por la provincia del Guayas, Síndico de la Municipalidad de Guayaquil, Fiscal del Guayas y miembro de la Comisión de Legislación del H. Congreso Nacional, conjuez de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil, asesor jurídico del Consejo Provincial del Guayas, vicerrector y rector del colegio Vincente Rocafuerte, Subdecano y Decano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil. Ejerció el periodismo en diarios y revistas, como La Lucha, La Campaña, El Tiempo, entre otros. Recibió en 1968 la condecoración Al Mérito Educacional de Primera Clase y en 1954 lo designaron el mejor hijo de Los Ríos.
Falleció en Guayaquil el 18 de febrero de 1971. La sala de audiencias de la Universidad de Guayaquil y una de las calles de la Ciudad perpetúa la figura del Dr. Antonio Sánchez Granados con su nombre.
Sr. Galo Galecio Taranto
Nació en Vinces el 1 de junio de 1906. Su padre fue Dn. Martín Galecio y su madre doña Victoria Taranto Garzón. En 1911 a muy temprana edad quedó huérfano de padre. Viajó a Guayaquil y estudio la primera, luego regresó con su madre a estudiar en la escuela fiscal en Vinces donde empezó a realizar sus primeras caricaturas. Posteriormente retornó a Guayaquil a estudiar la secundaria ingresando a la escuela de Bellas Artes.
Galecio, uno de los artistas ecuatorianos más destacados del siglo 20, era pintor, escultor, caricaturista, y artista gráfico. Luego de estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Guayaquil, el artista recibió una beca para estudiar artes gráficas y pintura mural en la Academia Nacional de Bellas Artes en México de 1944-1946. Durante su estadía en México, Galecio estudió con el famoso muralista Diego Rivera, se hizo miembro el Taller de Gráfica Popular, uno de los talleres de obra gráfica mas influyentes en el mundo, y creó su primera carpeta de grabados Bajo la Línea del Ecuador. Falleció en Quito el 14 de abril de 1993. Durante su fructífera trayectoria realizó importantes exposiciones en el país y en el exterior, y ha realizado importantísimos murales que dan cuenta de su talento: Gente de pueblo, en la Academia de Bellas Artes de México; Historia del Ecuador, pintado al fresco en la Casa de la Cultura Matriz; Defensa y protección del trabajador ecuatoriano, pintado al fresco en el IESS, Primer vuelo sobre los Andes, en el aeropuerto Mariscal Sucre Protección y fomento de la economía del país, pintado al temple en el Banco Central. Participo en los bienales de Sao Paulo, Tokio, La Habana, Santiago de Chile, Washington y Cataluña.
En Guayaquil la sala del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) lleva el nombre del grabador vinceño Galo Galecio, además de una de sus calles comprendidad desde la calle Provincia del Guayas hasta la calle Río Daule.
Dr. Juan Antonio Montalván Cornejo
Nace en Vinces, Los Ríos, un 28 de noviembre de 1908, del hogar formado por D. José María Montalván Rosado y Dña. Herlinda Cornejo Pareja. El Dr. Montalván era hermano de Primitiva, José María, Virginia y Esther; y medio hermano (por parte de padre) de Euclides, Alfonso, Humberto, y Sarita Montalván Galecio.
Se gradúa de Médico en la Universidad de Guayaquil en 1928; realiza sus primeros cursos de postgrado en esas áreas en el Hospital Santo Tomás en la ciudad de Panamá.
Ingresa al Servicio de Sanidad Pública en 1932. En agosto del mismo año asume las funciones como Diputado por la provincia de Los Ríos, hasta mayo de 1935. En 1936, realiza un curso de Malariología en Roma. En 1937-38 participa en el Programa de erradicación del paludismo en los valles de Balzapamba y de los Chillos y localidades altas de la hoya del Guayabamba hasta 1941.
Desde 1941 hasta 1943, bajo el auspicio de la Fundación Rockefeller, realiza una maestría en Higiene y Salud Pública en la Universidad John Hopkins, en EE.UU, siendo el primer Máster de Salud Pública del Ecuador.
A su retorno al país en 1944, asumió las funciones de Director Nacional del Instituto Nacional de Higiene hasta 1956; los años de su gestión marcaron con gran fuerza el exitoso camino de esta Institución.
Participó en el IV Congreso de Medicina Tropical y Malaria en Washington en 1948, donde presentó el trabajo titulado "Paludismo en el Ecuador". En la XIII Conferencia Sanitaria Panamericana en Santo Domingo en 1950, presentó un "Informe de la Campaña contra el Paludismo en el Ecuador" y propuso que la lucha antipalúdica en el Continente debía procurar la erradicación de la enfermedad. En 1954, durante la XIV Conferencia Sanitaria Panamericana fue designado Presidente de la Comisión Técnica.
El día 4 de junio de 1953, el gobierno del Ecuador, en reconocimiento a los servicios por él prestados a la salud pública, le otorga la Condecoración de la Orden Nacional al Mérito en el grado de Comendador.
En 1955, durante la Asamblea Mundial de la Salud en México estuvo entre los malariólogos que plantearon "una resolución que significara una intervención de la OMS a fin de llevar a nivel mundial el propósito coordinado de la erradicación del paludismo". Posteriormente, en 1956 pasó a ser Asesor Internacional en el Programa de Erradicación de la Malaria en República Dominicana. En 1958, fue trasladado a México como Consultor Internacional del Centro de Adiestramiento en Técnicas de Erradicación de Malaria, y Consultor de la OPS/OMS en Cuba, luego de lo cual, en 1959, regresó al Ecuador.
En noviembre de 1961, volvió como Director del INHMTLIP hasta 1963 y luego en 1966.Fue profesor de Medicina Tropical en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Guayaquil entre 1947 y 1973, y Director del Instituto de Investigaciones Médicas de la Universidad de Guayaquil entre 1965 y 1973.
Como investigador biomédico hizo importantes aportes al conocimiento de las enfermedades tropicales en el Ecuador. Allí están publicados en diversos volúmenes y números de la Revista Ecuatoriana de Higiene y Medicina Tropical algunos de sus más importantes escritos médicos.
Contrajo matrimonio con Dña. Julia Sánchez Soriano, junto a ella, el Dr. Montalván, tuvo 4 hijas: Julia, Juanita, Elena, y Cecilia.
Falleció en la ciudad de Guayaquil el 14 de mayo de 1979, a la edad de 70 años. Sus restos reposan en el Cementerio General de Guayaquil, ingresando por la puerta 8, bloque 08-A1183.
En Guayaquil se le rinde tributo con el nombre de una de las calles de la ciudad; en Ricaurte, con el Hospital "Dr. Juan Antonio Montalván Cornejo"; en Vinces, con el anfiteatro, el parque del barrio "La Granja" y la escuela fiscal "Dr. Juan Antonio Montalván Cornejo"; en Quevedo, el Gobierno Municipal entrega año a año la condecoración "Dr. Juan Antonio Montalván Cornejo" al mérito científico.
El 18 de enero del 2007 el Ministerio de Salud Pública, acuerda titular al SNEM, con el Nombre de Servicio Nacional de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores Artrópodos "Doctor Juan Antonio Montalván Cornejo", SNEM. Considerando que el Ministerio de Salud, tiene la obligación de reconocer a las personas que de forma desinteresada han puesto su contingente a favor la Salud Pública Ecuatoriana.
• Ilustres Hijos de Vinces (Recopilación Biográfica): Dr. Juan Antonio Montalván Cornejo. Autor: Xavier Yela Villamar. Publicado por Semanario La Crónica, 2010.
Prof. Carlos Coello Icaza
Nace en Vinces el 14 de julio de 1901, hijo del Sr. Manuel Antonio Coello Arauz y de Dña. María Icaza Olvera. Realizó la instrucción primaria en la escuela Central de Vinces, trasladándose luego a Quito, donde contonuó sus estudios en el Instituto Normal "Juan Montalvo", graduándose de Normalista, el 15 de julio de 1922.
Retorna a Vinces y se hace cargo de la Dirección de la escuela Central de Vinces. En 1925 fue designado Director del Liceo primario "Tiburcio Macías" de Portoviejo y luego de la escuela Miguel H. Alcívar de Manta y figuró como redactor fundador del diario "El Mercurio", colaborando además con temas sobre educación nacional, la formación de los maestros laicos y el folklore del montubio del litoral en "El Guante" de Guayaquil, "El Universo" (1927), "La Prensa" (1929).
En el año 1931 es nombrado Director de Estudios de los Rios con sede en Babahoyo durante 5 años; Visitador Escolar del Guayas(1937), Profesor de geografía y Geopolítica en el colegio "Vicente Rocafuerte" hasta 1944. En 1945 fue profesor de Problemas Pedagógicos en el Curso de Administradores realizado en Quito por el Servicio Cooperativo Interamericano de Educación. Luego se crea el Colegio Nacional Aguirre Abad pero sin fondos, y le solicitan sea su Rector, alquilando con dinero propio un edificio. En 1946 es ratificado como Rector y se le otorga la Condecoración a la Orden Nacional al Mérito. En 1950 la Asociación Hijos de los Ríos le consideró uno de los tres más prestigiosos fluminenses por su valía como educador y escritor. En ese mismo año presenta su renuncia con carácter de irrevocable del cargo de Rector y se traslada a su ciudad natal y funda el Colegio Nacional "Diez de Agosto", rectoría que desempeña hasta 1955, fecha en que se acoge a una honrosa y merecida jubilación, no sin antes ser declarado en 1952 Hijo Predilecto de Vinces por el Concejo Cantonal.
Muere en la ciudad de Guayaquil el 15 de mayo de 1965. En Guayaquil se le rinde tributo con el nombre de la Escuela #164 "Carlos Coello Icaza", en Vinces con la Escuela "Carlos Coello Icaza".
Dn. Ángel Alfonso Agustín Véliz Mendoza
Arqueólogo, periodista e historiador. Nació en Vinces, Provincia de Los Ríos, el 19 de febrero de 1911. Profesor normalista de 1935 a 1949. Jefe de Redacción del Vespertino "La Hora" y Redactor de "La Nación". Perteneció a La Unión Nacional de Periodistas Núcleo del Guayas. Consideraba que el hecho más notable de su vida era haber creado la página "Reportaje Gráfico Nacional" del Diario "La Nación" para hacer conocer a su patria. En Vinces y Guayaquil (#51 - Cdla. Urdesa: Av. Las Aguas e Ilanes) se le rinde tributo con el nombre de escuelas "Àngel Véliz Mendoza", en Daule, Provincia del Guayas con el nombre de una de sus calles comprendidad desde la calle "Laurel" hasta la calle "Lomas de Sargentillo" con una longitud aproximada de 240 ml por su aporte y publicación de varias investigaciones históricas relacionadas a la etapa colonial de Daule

 


Dn. Olimpo León Cárdenas Moreira
Nace en Vinces, cantón de la provincia de Los Ríos, el 2 de julio de 1927, hijo de Manuel Cárdenas y de Rosario Moreira que residía en el sector del entonces recinto "Playas de Vinces". A los tres años de edad quedó huérfano de madre, y a los cinco de padre; y fue criado por su madrina Dña. María Orellana vda. de Morejón, quien le inculcó el gusto por la música y le llevó a vivir a la ciudad de Guayaquil. Olimpo Cárdenas no tuvo hermanos, pero si tuvo medio hermanos (por parte de padre): Silvia y Cornelio.
En Guayaquil empezó a cantar a los 10 años en programas infantiles, en la emisora La Voz del Litoral. Luego en 1945, empezaron sus presentaciones en programas de aficionados de la Corte Suprema de arte, cantando música argentina. En esos tiempos, a la edad de 18 años se casó en Ecuador con Vitalia Cobo. En lo artístico, el cantautor Carlos Rubira Infante lo guió y enseñó a cantar pasillos y ritmos ecuatorianos, debido a que Olimpo sólo cantaba, en ese entonces, tangos y vals argentino. Luego llegaron a formar el dúo Cárdenas-Rubira y grabaron un 23 de junio de 1946 el pasillo "En las lejanías" compuesto por Don Carlos Rubira Infante y Wenceslao Pareja. El Dúo Cárdenas-Rubira fue el primero en grabar un disco realizado completamente en el Ecuador, e Ifesa les otorgó el diploma de honor al merito musical en reconocimiento.
Incursionó en Colombia en 1948 con el trío Trovadores del Ecuador, pero en esa época se produjo la trágica muerte de Jorge Eliécer Gaitán, que convulsionó gran parte del país y generó mucha violencia, por lo que Olimpo retornó al Ecuador.
En 1954 nuevamente retorna a Colombia, en esta ocasión con Pepe Jaramillo y Plutarco Quillas que habían formado el Trío Emperador, y estaban de gira hacia el norte, llegando a Cali y presentándose en programas radiales. En esta ocasión, Olimpo viajó también con su hijo Freddy de tres años de edad quien fue su acompañante desde muy pequeño. Luego de varias presentaciones fueron a hacer una prueba en la casa grabadora Discos Victoria, y Mario Méndez, el propietario de la empresa discográfica, le ofreció un contrato como solista. Esa noche, sus compañeros al sentirse traicionados lo despidieron con una paliza. "Fue la tunda que me lanzó al éxito". Allí nació como solista el Rey del Estilo, Olimpo Cárdenas. Pepe se quedó un tiempo en Cali y Plutarco se fue a Venezuela. El primer sencillo que grabó en Colombia contenía los temas "Fatalidad" y "Tu duda y la mía", que sería la última canción de su vida.
Cuándo Olimpo Cárdenas ya había grabado alrededor de 40 canciones con Discos Victoria, se encontró con un gran amigo, Guillermo Domínguez, quien intervino para finalizar el contrato con la disquera y llevarlo a Medellín a Discos Sonolux, iniciando grabaciones con dos boleros muy populares "Lagrimas de Amor" y el bolero "Temeridad", las mismas que repercutieron en México, además grabó en esa época el bolero "Nuestro Juramento" (del compositor puertorriqueño Benito de Jesús Negrón).
En 1957 Guillermo Domínguez fue informado del éxito de los discos de Olimpo Cárdenas en México y comenzó a establecer contacto con Discos Orfeón, que era una de las más grandes disqueras en México. Firmaron contrato por dos años para que fuese a grabar, que luego se renovaron por 10 años, tiempo en el que recorrió casi todo México con sus presentaciones en plazas de toros, coliseos, estadios, teatros y clubes nocturnos, sus discos se escuchaban por todas partes y Javier Solís se presentaba como figura secundaria.
Durante este tiempo en México grabó 20 discos de larga duración y presentó su repertorio de música popular en varios países de América, como: EEUU (Los Ángeles, San Francisco, Washington, Chicago, San Antonio, New York), Canadá, Venezuela, Guatemala, Honduras, El Salvador, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, entre otros, abriendo el camino para otros intérpretes ecuatorianos. En México inició la vida conyugal con su compañera Omayra Cruz Marín, de Armenia (Colombia).
En 1970 regresó a Colombia, que adoptó como segunda patria, y se estableció en Bogotá. Se asegura que conocía Colombia y México más que político en campaña. En alguna ocasión en Bogotá hubo que hacer presentaciones durante quince días consecutivos con lleno completo. Grabó alrededor de 70 LP's y unas 750 canciones. Según los especialistas la vigencia de Olimpo Cárdenas reside en que sus canciones están íntimamente emparentadas con la tristeza y la nostalgia. Muchos redactores de crónica roja varias veces culparon a sus canciones de numerosos suicidios de gente con problemas. 'Lo mató Olimpo Cárdenas', fue el titular de un diario tras un suicidio... "Si por mi culpa se suicidan tantos, y esto lo castigara la ley, yo tendría más cárcel que si hubiera asesinado a siete obispos", comentó en alguna ocasión.
El domingo 28 de Julio de l991, en la feria ganadera de Tulúa, Departamento del valle del Cauca, mientras realizaba su primera interpretación, cantando "Tu duda y la mía", murió producto de un infarto. Tenía 64 años recién cumplidos. "...Curiosamente en su propio país su nombre fue opacado por el de Julio Jaramillo, quien aprovechó el exilio de Olimpo en México para grabar sus canciones y hacerse conocido, desarrollando desde entonces su propia carrera triunfal. Con los años, los dos se reencontraron e hicieron gran amistad, grabando incluso a dúo seis discos de larga duración" —relata el historiador Rodolfo Pérez Pimentel en su Diccionario Biográfico.
Con el cantante Julio Jaramillo Laurido formó un dúo muy popular cuya primera grabación fue el bolero Azabache. También cantó a dúo con: Lucho Bowen, Oscar Agudelo, y Luis Jorge Martínez.
Gustaba de la natación y el futbol; y tuvo como hijos, además de Freddy, a Rosario, Agustín, Francia y Sonia; y alrededor de veinte nietos. Son clásicas sus interpretaciones de: "Tu duda y la mía", "Temeridad", "Nuestro juramento", "Fatalidad", "Playita Mía", "Cinco centavitos", "La fe verdadera", "Vendaval sin rumbo", "Lagrimas de amor", etc. y más de un centenar de tangos en su repertorio, por lo que también era conocido en Ecuador como el Magaldi —La voz sentimental de Buenos Aires— ecuatoriano. Olimpo Cárdenas constituye un alto valor musical de Vinces y nuestra patria, cuyas interpretaciones vocales de música popular alcanzaron reconocimiento internacional.
En Ambato se le rinde tributo con el nombre de una de las calles de la ciudad; en la parroquia Antonio Sotomayor (Playas de Vinces), con el Parque Central; y en Vinces, con la escuela "Olimpo Cárdenas".
• Ilustres Hijos de Vinces (Recopilación Biográfica): Olimpo Cárdenas. Autor: Xavier Yela Villamar. Publicado por Semanario La Crónica, abril-2010.
Acontecimientos Históricos
El 5 de diciembre del año 1867 llegó por primera vez al puerto de Vinces un vapor fluvial denominado "Vinces", al mando del capitán Bragdón, fueron padrinos del bautizo de dicho vapor el señor Juan Orsamas con la señora Gregoria León.
El 5 de diciembre del año 1887, se llevó a cabo la instalación de la línea telegráfica de Vinces a Baba, hasta la hacienda Soledad, lindero de los cantones, bajo la administración del Jefe Político Sr. Santiago Leonti Ubilla.
Archivo:VincesCalleReal.jpg
Vinces, Los Ríos.- Antigua calle Real, hoy calle "Bolívar".
La calle que actualmente se denomina Sucre antiguamente se denominaba "frejolito" y la que hoy se llama "Bolívar" antes se llamaba "Calle Real".
La Biblioteca Municipal fue inaugurada el 9 de octubre de 1894.
El Correo fue fundado en Vinces por el señor Jefe Político Dn. Domingo Febres Cordero, quien hizo algunos bienes y adelanto mucho a la población.
Para 1924 el servicio de telefonía funcionaba en la oficina Telegráfica y comunicaba con las poblaciones de Babahoyo, Baba, Guare, Palenque y Balzar.
El día 6 de julio de 1910 se dio principio a los trabajos de la obra de Muro y Muelle, en la plaza principal.
En julio de 1910 se inauguró en Vinces el alumbrado a gasolina.
El 6 de febrero de 1911 se iniciaron los trabajos del parque central "Dr. Lorenzo Rufo Peña León".
El 27 de marzo de 1911 se dio principio a la obra de la Plaza del Mercado.
El 10 de abril de 1911 se trasladaron las oficinas públicas del Colegio a la nueva casa municipal.
El 12 de octubre de 1914 se coloca el primer estante para la Iglesia.
El 22 de enero de 1915 se ocupa el hospital para asistir en él a los enfermos de disentería, para combatir la peste que se presentó en Vinces dicho año con carácter epidémico, el Municipio contrató al señor doctor Felipe Barbotó con cuya asistencia médica se conjuró dicha peste.

jueves, 2 de agosto de 2012


Desde hace muchos años Tazacorte lleva sobre si el apelativo cariñoso de
"Paris Chiquito" debido al auge socio-económico que disfrutó años atrás y que
muchos recordamos con ese sabor agridulce que deja la memoria y la nostalgia.

TAZACORTE (vista parcial)

Indagando por esa rutas virtuales que nos ofrece la tecnologia, nos hemos encontrado con la agradable sorpresa de que allende los mares a miles de kilómetros de aqui, por donde cada tarde se oculta el sol en el horizonte bagañete, se encuentra otra localidad así mismo denominada como Paris Chiquito.

San Lorenzo de Vinces o Vinces como se la conoce habitalmente es una pequeña ciudad de Ecuador que es capital del cantón del mismo nombre en la provincia de Los Rios, del pais ecuatoriano.

Canton: en Ecuador, dícese de las diferentes divisiones administrativas en que está fragmentada una provincia, lo que nosotros llamariamos aqui, un municipio.

Consta de una población total de 61.565 hb. (2.001) y una extensión de 709,6 km2, siendo Vinces con 24.134 hb. (2.001), la "capital" de dicho cantón. Se encuentra en la costa ecuatoriana a 100 km. al norte de la ciudad de Guayaquil.

Vinces y su legado francés:

En el siglo XIX e inicios del siglo XX los viajes que por estudio o placer realizaban las elites a Europa y especialmente a Francia permitieron un contacto directo con lecturas y costumbres de este país reflejándose en la moda, las maneras, las formas de hablar, las ocupaciones, la arquitectura, las artes plásticas y la culinaria. Las casas reflejaron todo el lujo y abundancia de sus adquisiciones, traídas directamente de Francia, ya sea en sus viajes o a través de pedidos especiales. Las vajillas, adornos, lámparas, muebles, espejos, etc. hablan por sí solos de la especial atracción por el modelo francés. En las mujeres, el uso de corsets, sombreros, estolas y el cabello corto eran comunes; los hombres vestían trajes, camisas francesas, corbatas, botines, sombreros, bastones, usaban un peinado especial en las patillas y bigotes pues estaba claro que la preocupación por la apariencia y elegancia era bien vista.
Los nombres de los diversos sitios de diversión, hoteles, almacenes o locales de servicio no escapaban a la "moda francesa" en el Ecuador; los almacenes como "Le Chic Parisien o el " Bazaar Verdú" importaban todo tipo de artículos, los vinos franceses, por ejemplo, no podían faltar. De igual manera los galicismos surgían en cualquier conversación, "atelier", "démodé", "secrétaire", etc. ya no necesitaban de traducción. Y que decir de la arquitectura, muchas de las construcciones de la época se hicieron bajo la influencia francesa; los modelos eran reproducidos con exactitud e incluso con los mismos materiales, pues los importaban desde París. La muestra palpable de este hecho la constituye Vinces, población que en la "época de oro" del cacao reunía a las haciendas más importantes y que por su arquitectura fue denominada "París Chiquito".

Situación del canton de San Lorenzo de Vinces en el mapa de Ecuador.
Para tener una idea bastante aproximada sobre este "Paris Chiquito" no dejen de ver el video adjunto sobre Vinces y los vinceños.
Cultivo de Cacao

El Cacao
El cacao es una fruta de origen tropical con la que se produce el chocolate. Su importancia en la economía fue enorme, ya que era uno de los productos del nuevo continente más codiciados por los Europeos.
Se cultiva en arbustos de 2 a 3 metros que deben estar a la sombra, por lo cual normalmente se encuentran bajo árboles más grandes como el cedro, el bucare, el mango, o el plátano, entre otros...El árbol del cacao normalmente tiene entre 10 y 15 frutos, pero en algunas ocasiones puede llegar a 20. Hay dos tipos de cacao: uno es rojo y al madurar se transforman en morado y el otro es verde y cuando madura se torna amarillo. El cacao tiene unas semillas que se pueden chupar como un mango o una guanábana. Estas semillas están cubiertas por una sustancia gelatinosa. Son dulces y muy sabrosas. Cuando el cacao está maduro, se corta del árbol y se deja a la sombra sobre hojas de plátano por unos 3 a 6 días, para que se fermente. Es importante que tenga humedad, pero no se puede mojar con la lluvia. Luego, es puesto al sol para su secado otros 3 a 6 días. La fermentación. Cuando los granos ya están secos se tuestan en un horno y luego se les quita la cáscara y se trituran. Finalmente, para preparar el chocolate se añade azúcar y leche.
Humedal Natural

Abras de Mantequilla, humedal de importancia internacional

Si usted visita esta ciudad, no se olvide ir hasta el humedal Abras de Mantequilla. Ubicado a 10 kilómetros de la vía Vinces-Mocache alberga en su seno 120 especies en peligro de extinción. Abras significa: ramales o pozas y lo llaman mantequilla por la tonalidad amarillenta del sedimento del suelo en invierno cuando los arrozales están por ser cosechados. Este sitio es un completo paraíso donde encontrará una rica y exuberante flora y fauna, un clima agradable que podrá disfrutar mientras pasea en botes o sencillamente descansa en las tradicionales hamacas. Abras de Mantequilla es una laguna rodeada por dos pequeñas elevaciones que se extienden por 16 kilómetros. En época de invierno el lugar queda bajo las aguas lo que es aprovechado por los agricultores para la siembra de arroz. Aquí podrá observar aves como la jacana, pato cuervo y garzas que se alimentan de insectos y peces en un espectáculo natural hasta donde asisten estudiantes. Cuando el agua está transparente se puede ver la nutria, perro de agua y el cabeza de mate e incluso en pequeñas extensiones de terrenos escuchar los chillidos y aullidos de monos, iguanas, lagartos y tortugas.
Vinces y su Historia
Vinces Paris Chiquito
La historia sostiene que hace cientos de años, los hijos de los hacendados de Vinces salían a estudiar a Europa, pero sobre todo a París, capital de Francia. En su larga estadía los jóvenes no solo asimilaron parte de la cultura, sino que mezclaron su sangre con la francesa, para luego retornar a este cantón de la provincia de Los Ríos e incluso los europeos llegaron a la zona con diferentes fines. Uno de ellos es a la exportacion de la pepa de oro (cacao) que en sus tiempos se cosechaba en abundancia y era retribuida en dinero o en moda. La moda parisina se observaba por las calles en los cuerpos de hombres y mujeres. Y tanta fue su influencia que se construyó en la zona céntrica una réplica de la Torre de Eiffel. Desde entonces, Vinces fue llamado “París chiquito”. El puente colgante sobre un río lleno de peces como la corvina y el boca chico lo trasladará a conocer el poblado de Balzar de Vinces, donde puede apreciar en el día o en la noche al Vinces ecoturístico. Todo este paquete a bajos costos, especiales para el bolsillo popular. Y qué decir de los platos típicos como el bollo de pescado de agua dulce, el muchín de carne, que solo cuesta ochenta centavos y si a eso se le añaden los dos dólares que cuesta el pasaje, tranquilamente con veinte dólares podrá pasar un día inolvidable.- “Tenemos una ciudad privilegiada y debemos seguirla promocionado sin olvidar las obras básicas de los sitios menos favorecidos”, señaló el burgomaestre Ovidio Ludeña, tras manifestar que actualmente el cantón cuenta con servicios de agua potable y alcantarillado.
Fiestas y deportesLos vinceños, como la mayoría de los ecuatorianos, viven sus fiestas con alma, corazón y vida.Por eso, estos días los juegos deportivos como el indor, voleibol o atletismo se desarrollan en las calles. Además, las peñas, tertulias y bailes populares con los mejores artistas dan el toque especial a los 160 años de cantonización.

Vinces (París Chiquito)
Este cantón constituye una vitrina agropecuaria de producción diversificada que nutre con sus variados productos a toda la población ecuatoriana, destacando el cacao fino de aroma tipo nacional.
En 1652 Vinces contaba con 40.000 árboles de cacao, a finales de 1780 existían cerca de 145.000 árboles, mientras que en 1990 sumaban 16.000 has de la pepa de oro.
Vinces, a quien se denomina históricamente París Chiquito, es un verdadero regalo de la naturaleza. San Lorenzo era el nombre del antiguo poblado donde se asentó la familia de apellido Vehinces, de origen vasco, que es actualmente el productivo cantón San Lorenzo de Vinces, que se encuentra localizado en la provincia de Los Ríos, a 100 kilómetros del puerto de Guayaquil. 
Vinces, después del cantón Baba, es uno de los pueblos más antiguos de la provincia de Los Ríos. Su tradición y cultura datan desde la era de la famosa “Pepa de Oro”, como se le denominó al cacao, producto exquisito por sus condiciones intrínsecas organolépticas que se apreciaban en su aroma floral y calidad, propia de los cacaos llamados de “Arriba”, procedentes del cacao tipo Nacional que tuvo y tiene gran aceptación en el mercado mundial como un auténtico producto gourmet. 
La historia relata que ya en el año 1652, don Andrés de Veinza tenía alrededor de 40.000 árboles de cacao en la zona de Vinces, y que a finales de 1780 existían unos 145.000 árboles plantados que producían alrededor de unas 3.500 cargas (81 libras cada una). Mientras que en el año 1990 contaba con unas 16 mil hectáreas de cacao en manos de aproximadamente unos 800 productores. 
La tradición del cacao fue cediendo ante la valoración económica del banano, que actualmente ha transformado la producción en este productivo cantón, pues se estima que al menos unas 3.000 hectáreas han sido sustituidas por este cultivo que se muestra potencial en su producción, debido a la riqueza y contenido de los suelos y favorable ecología. Pero, además, Vinces constituye una verdadera vitrina agropecuaria de producción diversificada que nutre con sus variados productos a toda la población ecuatoriana, destacando el cacao fino de aroma tipo Nacional, el banano, café, plátano, yuca, arroz, maíz y hortalizas entre los rubros de exportación y consumo básico; frutales comunes y exóticos donde prevalecen los cítricos (naranja, limón, mandarina y toronja), mango, mamey, níspero, zapote, guaba, marañon, caimito, guaijí, guayaba y ciruela. Asimismo, posee excelentes hatos ganaderos y planteles avícolas, productores de carne, leche, queso y pollo. 
Gran parte de la producción es exportada, como el caso del banano y cacao; mientras que el resto de rubros son absorbidos por el consumo de la población local y los mercados de Quevedo, Babahoyo y Guayaquil, principalmente. Vale destacar que la población del cantón se aproxima a los 80.000 habitantes, donde se destaca un comercio y mercado importante para los productos generados, lo que permite impulsar el desarrollo sustentable. 
Vinces, a quien se denomina históricamente París Chiquito, es un verdadero regalo de la naturaleza, pues su entorno paisajístico revela una ecología fastuosa que cuenta con uno de los humedales más extensos del país, como es el Humedal de Abras de Mantequilla, situado a 10 Km. de la población, con una extensión de 22.500 has. que sirve de hábitat a más de 120 especies en peligro de extinción 
Pero esto no es todo, Vinces está circundado y revestido de una naturaleza propia, suelos de banco ribereño, con una profundidad o perfil de hasta 1.50 metros, excelentes para la producción agrícola, un clima fabuloso para el desarrollo de la fauna y flora. Ríos con caudales importantes que permiten abastecerse e irrigar los cultivos durante todo el año y una playa acogedora junto al río Vinces, que lo convierte en el primer balneario de agua dulce del Ecuador. 
ECUADOR 6: Vinces, “París chiquito”

Como ya he relatado, a principio de 1996 recibí en mi oficina la visita de mi buen amigo Gaitán Villavicencio y de su tío, don Luis Portaluppi, a quien afectuosamente llamaban el “Picudo Portaluppi”.

El “tío Picudo” nos contó que una vez que se encontraba gozando de su jubilación, se había instalado desde hace algún tiempo en las inmediaciones de Vinces y se hallaba disfrutando de las bondades de la tercera edad en medio del maravilloso clima, los magníficos paisajes y la amabilidad de los vecinos de ese acogedor cantón de la Provincia de Los Ríos.

Había adquirido una “casa de hacienda” en las cercanías de la ciudad (posiblemente una de las más hermosas); la casa del que fue uno de los más importantes enclaves cacaoteros de la región, conocida como la “Isla del Bejucal”.  

El “tío Picudo” me entusiasmó con sus relatos sobre Vinces y sobre el “boom cacaotero” así que cuando nos despedimos, le prometí que apenas pudiera le visitaría en su refugio de la “Isla del Bejucal”.

Meses después, en agosto de 1996 con mi esposa Marie Thérèse y mi hija Manuela decidimos cumplir la promesa y dar una vuelta por esa región de la patria que no habíamos visitado nunca. Mi hija Manon no pudo ser de la partida pues se hallaba de viaje.
Al saber que nos dirigíamos hacia allá, Gaitán se sumó al periplo. Nos dimos cita en Babahoyo donde nosotros le esperamos con varias botellas de jerez y de vodka para llevar como obsequio al “tío Picudo”; Gaitán llegó acompañado por su hermano Solón y de su chofer el señor Bravo, compañero de aventuras de los célebres hermanos Villavicencio Loor y todos juntos, nos trasladamos hacia la “Isla del Bejucal”.

Luego del aperitivo en el que dimos cuenta de las botellas de jerez, las bellas “ahijadas” del “tío” nos ofrecieron un delicioso almuerzo con caldo de gallina criolla, arroz y patacones todo acompañado de varias botellas de cerveza “bien fría” que como por arte de magia salían de la nevera y asomaban sobre la mesa para que nunca nos faltara “combustible”.

La sobremesa se prolongó indefinidamente pues el “tío” nos tenía a todos embobados con sus historias y sus anécdotas. A media tarde Gaitán propuso que nos “pasáramos al fuerte”. Puse a disposición de los presentes, una botella de vodka y otra de jugo de manzana y también -como por encanto- los vasos de cerveza desaparecieron y fueron sustituidos por otros limpios junto a un baldecito lleno de hielos y un plato con rodajas de limón.

Las ahijadas del tío se desplazaban de forma imperceptible casi sin tocar el suelo y todo se sucedía eficientemente sin interrumpir y sin que nadie se diese cuenta de los cambios. Participaban de la conversación, atendían a las visitas y llenaban el espacio con su sonrisa y su fina presencia, Walt Disney debe haber pasado por la “Isla del Bejucal” para inspirarse cuando dibujó a “Campanita” y a las demás hadas.

En la noche aparecieron unos platos con deliciosos tamales de gallina acompañados, para los que quisieron, de una taza de consomé con picadillo de cilantro y cebolla blanca, todo eso nos volvió el alma al cuerpo y atacamos con vigor la conversación y las botellas restantes… cuyo contenido al descender de forma pausada, moderada, elegante…iba inspirando los relatos, los sazonaba con algo de ingenio y picardía y aumentaba el interés de nosotros los atónitos visitantes de ese paradisíaco lugar al que habíamos llegado guiados por cosas inexplicables del destino.

El tío y las muchachas relataron una serie de anécdotas sobre los moradores inmateriales de la casa. Contaron que en las noches de luna llena, al llegar hasta la vieja edificación desde el puente de acceso, se podían distinguir a elegantes personas de ambos sexos que parecían desplazarse, conversar o bailar en la planta alta, ataviados con galas de otras épocas, vestidos largos, sombreros y collares “como los de los cuadros” que colgaban en las paredes. Cuando se prendía la luz, todos desaparecían de inmediato.

En otras ocasiones el tío o las chicas veían o sentían que se cruzaban con personas elegantes que se dirigían hacia los dormitorios y en no pocas ocasiones, podían oler el delicado aroma de sus perfumes… que dejaban un estela perceptible aun luego de varios minutos luego del encuentro.

Nos relataron que tanto en el salón, cuanto en el comedor donde nos encontrábamos, era también bastante usual que luego de un imperceptible movimiento de una silla se viera que el cojín se hundía un poquitín, como si “alguien” hubiera decidido hacer uso de ese asiento… Mi hija Manuela, me tomó la mano, no dijo nada pero parecía en extremo asustada. Una de las chicas se dio cuenta y le dijo como para tranquilizarle: -“hay harto fantasma en la casa…pero son buenos, no hacen nada…”

Las chicas comenzaron a recoger los platos y mi mujer y mi hija se levantaron para ayudar; comenzaron a llevar todo a la cocina… al poco rato oímos un grito… mi mujer salió despavorida con los ojos desorbitados…  Una de las chicas le dijo como para tranquilizarle: -“aquí duerme…pero es muy bueno, no hace nada…”, añadiendo luego como para corroborar lo dicho: -“ya va a ver…ahorita se va…”

Era una enorme zarigüeya, una “raposa” como las llamamos en la Sierra o “zorro” como le dicen en la Costa… Salió muy oronda, con su larga cola enhiesta, nos miró un instante con sus ojos enormes, subió por uno de los postes del corredor y se descolgó luego hacia el patio, para dar inicio a sus correrías nocturnas. Mi mujer explicó luego que, cuando entró a la cocina, sintió que algo se movía debajo del fregadero, ella creyó que era un gato o un perro pequeño, luego vio que era un bicho raro que se levantó, se desperezó y luego se quedó mirándola con curiosidad… contó que -en un principio- no tuvo miedo… incluso cuando comenzó a olisquear sus pies, moviendo su puntiagudo hocico…; gritó cuando su nariz fría y sus finos bigotes le rozaron la pierna…



Reímos y nos tranquilizamos poco a poco, pues el grito nos hizo saltar como resortes a todos los presentes…las historias de los elegantes fantasmas de la casa combinadas con ese susto originado en la fauna nativa de la zona… fue mucho para nuestra cansada humanidad… así que más bien optamos por retirarnos a descansar para poder recuperarnos y poder estar en forma al día siguiente.

Despertamos ya bien entrada la mañana…llegamos al comedor guiados por el maravilloso aroma de un excelente café recién colado y el olor de unos deliciosos bolones de verde con chicharrón. Allí nos esperaba el “tío” impecablemente vestido con guayabera y pantalón de color celeste, junto a la deliciosa sonrisa de sus “ahijadas” que nos acogían junto a la mesa con la misma amabilidad y cordialidad del día anterior.

Todos fuimos llegando hasta allí con deplorables caras, el cuerpo adolorido y el espíritu agobiado por el “guayabo”, la “resaca”, la “cruda”, el “chuchaqui” o la “gueule de bois” como seguramente debían llamar -en francés- nuestros vecinos los fantasmas al malestar que todos sentíamos luego de un día entero de conversación, acompañado por una que otra copita de jerez, de cerveza y de vodka con jugo de manzana… líquido éste que, como es ampliamente conocido, no es necesariamente bueno para la salud.

El café y los bolones obraron milagrosamente… al poco tiempo todos estábamos, repuestos, bañados, bien peinados y listos para un nuevo día de aventuras.

Salimos a dar una vuelta por las inmediaciones de la casa, el “tío” explicó que pensaba trasformar ese lugar en un santuario natural y en un vivero para producir árboles nativos para contribuir a la reforestación de la zona. Por lo pronto tenía problemas de liquidez, pera estaba buscando alternativas para conseguir financiamiento que pudiesen llevar a buen puerto, todas esas ideas.

Luego nos propuso ir a dar una vuelta por la ciudad para que las “francesitas” pudieran conocer el “Paris chiquito”.

Al recorrer la ciudad de Vinces nos dio mucha pena que luego de la crisis del cacao las bellas edificaciones de la ciudad se habían deteriorado enormemente, todo parecía en ruinas, muchas casas de madera estaban cayéndose y no pocas había sido demolidas para sustituirlas por esas horribles construcciones seudo modernas de hormigón, ventanería de aluminio y vidrios de colores que ahora se ven por todo lado en las ciudades de la Costa.

Incluso el magnífico edifico del Municipio de Vinces, una extraordinaria edificación neoclásica en madera, con decorados y detalles, ventanería, celosías y puertas dignas de la mejor arquitectura tropical del siglo XIX, se hallaba en estado ruinoso en plena plaza principal… y si bien se salvó de ser demolido por alguna protección celestial… las autoridades habían construido, para sede del cabildo, un espantoso edificio contemporáneo del que supongo se sentían muy orgullosos… mientras tanto…  habían dejado abandonado y destruyéndose uno de los edificios más emblemáticos de la época que dio al pueblo el apelativo de “pequeño Paris”…

Al mismo tiempo, orgullosas de ese remoquete, pero no necesariamente de su verdadero patrimonio, las distintas autoridades no han hecho nada para impedir su destrucción y se han dado a la tarea de llenar la ciudad de caricaturescas réplicas de la capital francesa.

En un pequeño parque hay una réplica de la Tour Eiffel confeccionada con varillas corrugadas de construcción (que ahora ha sido sustituida por una versión un tanto más elaborada) y en el malecón se ubica un lamentable castillo llamado “la Bastille” donde funciona la cárcel de la ciudad.

Comentamos esta preocupación con el “tío Picudo” y nos relató algo espantoso (que pudimos corroborar más tarde cuando regresamos a su casa). En algún momento el tejado del viejo municipio se derrumbó parcialmente por efecto de las goteras, afectando a la biblioteca municipal… los libros se mojaron y en vez de reparar los daños y de tratar de salvar el patrimonio de la ciudad, alguien mandó a botar los libros al río. El “tío Picudo” recogió en sacos de yute lo que más pudo… varias docenas de volúmenes se salvaron pero centenares de magníficos ejemplares empastados se fueron flotando hacia el olvido al fondo del río Vinces.

En la tarde, en la “Isla del Bejucal”, pudimos ojear parte de la biblioteca rescatada por don Luis Potaluppi. Muchos libros eran de literatura, pero también había libros de historia, geografía, política y religión, la mayoría en español, pero también encontramos ejemplares en francés, inglés y alemán…en todos se leía: “Donado por la biblioteca de Madrid a la biblioteca de Vinces” o “canje con la biblioteca de Barcelona”; “Cadeau de la Bibliothèque Nationale – Paris/France”; “Donated by the London Library”,,, vimos libros provenientes de Viena, Buenos Aires o México; todos bellamente encuadernados y empastados en cuero. La biblioteca de Vinces fue -en su momento- una de las bibliotecas más ricas y dinámicas del continente… ahora sus libros nadaba en el río junto a las lanchas y motos de agua que compiten todos los años en las famosas regatas que se organizan en Vinces posiblemente para satisfacción de las  mismas personas que hinchan el pecho porque su pueblo es calificado de “París chiquito” y, al mismo tiempo, tiran la cultura por la borda.
Terminamos el recorrido por Vinces con unas cervecitas en un bar del pueblo en compañía de un buen número de personajes de la localidad que se acercaron a saludar a “Don Lucho“, como llamaban al “tío” de forma respetuosa… y continuamos con la conversación y las anécdotas.

Hacia el medio día, alguien propuso ir a comer un buen ceviche. Pensé que iríamos a algún restaurante de la localidad pero don Joaquín Flor nos condujo a su casa. Su familia compartió con nosotros los platos que tenían para el almuerzo: unos tamales de choclo fenomenales, ceviche y bollos de pescado acompañados de cerveza helada. Nosotros nos sentimos mal de llegar así, de improviso, invadir el hogar de este amigo y acabar con toda la comida… pero no hubo nada que hacer… así es la generosidad y la hospitalidad de la gente de ese Paris del trópico ecuatoriano.

En la noche luego de haber visto los libros rescatados de las aguas, como ya he referido anteriormente… las ahijadas del “tío” nos propusieron pasar a la mesa para disfrutar de un plato de “guatita” que les había entregado la señora de don Joaquín para nuestra cena de esa noche.

Ahí, en la mesa, le pregunté al “tío” sobre su relación con estas chicas… con mucha sabiduría me contó lo siguiente: -“Mira Marito, a mi edad se vería hasta feo que yo pueda decir que son mis novias o mis amantes… y se vería peor que cuando asome por ahí un pretendiente o un novio de estas chicas… se comience a contar por todo lado que le han puesto los cuernos a Don Luis Portaluppi… por eso, más bien digo que son mis ahijadas. Yo mismo las hago casar cuando los pretendientes me parecen responsables… las conduzco al altar y les doy alguna cosita para que inicien su vida de casadas. A veces regresan porque se han peleado o han tenido problemas…Me reúno con ellos, les aconsejo, propicio los reencuentros… y si no funciona la cosa les traigo de regreso a la casa, por un tiempo…Cuando tienen familia soy casi siempre el padrino… tengo docenas de ahijados por toda la provincia”.

Mencionó luego que todas las ahijadas vienen felices a vivir a su casa. –“Tengo cola de muchachas que quieren venirse para acá”. Y aclara luego: -“cuando llegan acá, les permito estudiar, les trato bien, les enseño cosas: de música, de literatura, de cocina; pueden vestirse bien, les encanta escuchar mis anécdotas”. ¡Además!, dijo: - “Se libran de estar pastoreando animales, trabajando en el campo, lavando ropa en los ríos y cuidando a los hermanos pequeños… y encima, ¡maltratadas por sus padres!”… “Acá son felices”…      

Esa noche nos acostamos temprano. Antes de dormir me quedé un buen rato escuchando la selva y pensando en todo lo que habíamos visto y escuchado en el día. Vinces, el Bejucal, el tío Picudo… ¡Qué historia de locos!

Al día siguiente fuimos a visitar una gigantesca hacienda bananera de un sobrino auténtico del “tío”, pero eso será motivo de otro relato. En la tarde nos embarcamos hacia Guayaquil para tratar de que Gaitán fuese perdonado por su señora pues se había venido a la “Isla del Bejucal” apenas dejándole un mensaje en el que le decía que “salía para toparse conmigo en Babahoyo”. A Solón en cambio le votaron de la casa y al señor Bravo le costó varios días de ruegos y explicaciones para le recibieran nuevamente en la suya…

En 1996 yo colaboraba, escribiendo crónicas de viajes, con una publicación llamada AQUADOR, un informativo cultural y turístico de cobertura nacional, que dirigía Liliana de Dávila. En el ejemplar de octubre de ese año, luego de la visita a Vinces, escribí un artículo que titulé “Vinces: Andanzas por París-Chiquito”, lo reproduzco ahora pues da cuenta del ingenio del “Tío Picudo” y de una serie de detalles que he relatado anteriormente.

VINCES: Andanzas por “París-Chiquito”

“El Picudo Portaluppi es un conversador insigne; capaz de contagiar su humor a media humanidad y mamar-gallo al resto. Cuando se mudó a la “Isla del Bejucal” para establecer allí sus cuarteles de invierno los vecinos de Vinces le cuestiona­ron el haberse recluido en una casa vieja, de madera, semidestruida por los años y plagada de avispas y murciélagos; el tío Picudo adoptando un aire de empresa­rio post-moderno replicó de inmediato con tono enérgico: -“los murciélagos constituyen uno de los rubros de exportación más importantes en el mercado global contemporáneo”. Y continuó su elocuente explicación -ante la mirada atónita de sus interlocutores-: -“la piel de murciélago tiene una gran demanda, sobre todo en Europa y en los Estados Unidos... -¿no se han fijado que es más fina que el más fino de los terciopelos y más fina que la más fina de las pieles?”.

Cuando algún analítico vecino se atrevió a exponer algún argumento respecto a la rentabilidad del negocio de las pieles debido al insignificante tamaño de sus iniciales portadores... el Tío clavó su mirada penetrante en los ojos del osado y replicó categórico: - “¡bien!, en realidad la talla del murciélago criollo es un problema que nos ha traído muchos dolores de cabeza a los exportadores ecuatorianos… pero felizmente encontramos una formidable solución; hemos importado un lote selecto de padrillos de Transilvania para mejorar la raza”.

Proporcionó a continuación, convincentes explicaciones sobre procedimientos y contactos y si todavía pudiera quedar alguna duda flotando en el ambiente, sacó de la manga un dato adicional para demostrar que ninguno de los presentes conocía un ápice de ese prometedor negocio: -“¡este momento!”, dijo: -“un equipo de biólogos de Miami University me está haciendo unos estudios para ver la posibilidad de cruzar los murciélagos con perro dálmata para obtener pieles moteadas”… aclarando a renglón seguido: -“¡tienen gran demanda en el Vaticano para la confección de  estolas para los obispos!”.

Don Luis Portaluppi goza del aprecio, la admiración y la confianza de todos los moradores de Vinces. No pocos también le guardan una mal disimulada envidia  pues vive en compañía de dos jóvenes y bellas ahijadas en la Casa de Hacienda de una de las más grandes propiedades de la dorada época cacaotera.

“El Picudo” tiene intenciones de convertir su acogedor refugio en la sede en una Fundación para preservar la naturaleza, propiciar la reforestación de la zona con especies nativas, devolver la vida al canal que otrora bordeaba la casa y promover acciones tendientes a evitar la total destrucción de las magníficas edificaciones de madera que se levantaron durante el siglo pasado en las haciendas y el casco urbano de Vinces adjudicándole el apelativo de “París-Chiquito” que ostenta orgulloso aún hoy en día.

Un ejemplo de la necesidad de apoyo del gobierno y la empresa privada para evitar la desaparición de ese importante patrimonio edificado es el estado de total abandono en el que se halla el viejo Municipio. Ojala se pueda levantar una campaña para salvar no sólo este edificio sino otros muchos que todavía luchan por tenerse en pie a pesar de la acción de las termitas y los años.

Vale la pena visitar Vinces, deleitarse con la conversación del “tío Picudo”, el paisaje del río,  las casas de madera y el aroma y sabor de los tradicionales bollos de corvina o de mondongo, los tamales de choclo, los ceviches de camarón y la guatita que prepara -con manos de ángel- la esposa de Don Joaquín Flor en la Sucre y Bolívar”.

Con satisfacción vi hace poco, una noticia que mostraba una foto del viejo municipio de Vinces que fue restaurado con calidad y buen gusto.

Me sentí conmovido de que quince años después alguna autoridad nacional o local haya tenido la iniciativa de comenzar a rescatar el patrimonio que se ha podido salvar del abandono y el descriterio de las autoridades de turno.


Y hace pocas semanas he leído en una información de prensa que por el gran valor histórico y social que representa el parque central de Vinces, el Ministerio Coordinador de Patrimonio, el Municipio de Vinces, el Banco del Estado y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, a través del plan “Vive Patrimonio”, ejecutarán el proyecto de rehabilitación de ese espacio público con el objeto de mejorar el entorno urbano de la ciudad, recuperar su historia y contribuir a que pueda ser un referente de identidad cultural en el futuro.